En el mundo de la impresión profesional, en cualquier oficina o negocio, la reducción de costes siempre es un punto clave. Sin embargo, también es primordial obtener resultados profesionales en nuestras impresiones, siempre y cuando no sean documentos internos o borradores.

La importancia de la calidad de impresión y el color en una oficina no se debe solo a trasmitir una buena imagen al exterior, sino que, además, si sabemos utilizar correctamente ambos elementos, contribuiremos a mantener los costes de impresión bajo control.

Por ello, el color y la calidad de impresión son dos elementos que deberíamos conocer y saber utilizar de forma adecuada. Un mal uso de los mismos no solo podría tener repercusiones a nivel de costes, sino que también podría afectar en la relación con nuestros clientes.

Cúando dar importancia al color y a la calidad de impresión

El uso de color y la calidad de impresión van unidos. Por ejemplo, si vamos a presentar un proyecto en papel a un cliente, las impresiones en color transmitirán mejor nuestras ideas y conseguirán proyectar una mejor imagen de la empresa.

Y decimos que el color y la calidad de impresión van unidos porque por muy buen uso que le estemos dando al color, si la calidad de impresión es insuficiente o inadecuada, no nos servirá de mucho.

Como se ha comentado al comienzo, antes de imprimir debemos tener en cuenta el uso que vamos a dar a los documentos, ya que si no va a salir del círculo de la empresa, podemos utilizar una calidad de impresión inferior para reducir costes.

También debemos utilizar la impresión a color en aquellos trabajos en los que se convierte en protagonista, como pueden ser los documentos que incluyen imágenes, gráficas, dibujos, diseño gráfico y fotografías. Como te imaginarás, la importancia de la calidad de impresión en esos casos es total.